Cuarta semana de Adviento
José y María, padres de Jesús: la casa en Nazareth ha quedado sola, allí están los muebles y preparativos para el nacimiento del Mesías. Caminar hasta Belén trayendo todo era imposible. En tu pueblo, familiares, amigos y conocidos no tienen lugar para el nacimiento de tu Hijo. Pero Dios solo los necesita a ustedes y ya tiene su vida, su inteligencia y todo su amor.
Ahora aprendo de ustedes que para venir Jesús lo que necesita lo tengo yo, y soy solo yo. Quiero estar dispuesto a darme como ustedes y decir: ¡Ven, Señor!
Jesús, José y María, yo os ofrezco por posada el corazón y el alma mía.
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