Provincia San José Marello
Queridos hermanos: les hago llegar la noticia que el Señor ha llamado a la casa eterna a nuestro hermano Padre Tarcisio Stramare.
Dejó existir el 20 de marzo del 2020 a la edad de 91 años.
Nacido a Valdobbiadene (Trento) el 14 de setiembre de 1928
Religioso profeso de 76 años y 68 años de sacerdote.
Nace a San Vito de Valdobbiadene (Diócesis de Padua, Provincia de Treviso) hijo de Antonio Stramare y de Susana Vanzin el 14 de setiembre de 1928. En los años sucesivos la familia se transfiere a Imperia, donde trabajan los Padres Josefinos.
En 1940 entra en la Congregación de los Oblatos de San José y estudia en Asti y Canelli. Inicia el Noviciado el 30 de octubre de 1943 a Canelli y emite la Primera Profesión Religiosa anual. Va a Armeno y luego a Canelli, en octubre de 1946, para los estudios filosóficos. En setiembre de 1947 va a Frinco como asistente y maestro de Gimnasio. El año sucesivo va a Asti para los estudios Teológicos y al mismo tiempo es asistente de la Fulgor y de los Carísimos (Seminaristas). El 6 de julio de 1952 es Ordenado Sacerdote, en setiembre se transfiere a Roma, en vía Urbana, y luego frecuenta la Universidad Gregoriana y sucesivamente el Bíblico donde se laurea en Sagrada Escritura.
En 1957 es Asistente Central de la GIAC e inicia a escribir en la Gioventù y en la revista Tabor del profesor Luigi Gedda, que lo tendrá como asistente de la Società Operaia (Getsemani). En 1957-1958 va a Palestina al Studium Biblicum Franciscanum.
En agosto de 1958 es miembro del Capitulo General y enseña en el neo Pontificio Istituto Pastorale erigido por Pio XII. Desde 1959 al 1972 es asesor de P, Mariano, renombrado conferencista televisivo. En octubre de 1960 se transfiere a Roma, en vía Boccea, como responsable de los Clérigos teológicos y profesor de Sagrada Escritura.
En octubre de 1962 es nombrado asesor de los estudios. En julio de 1964 hace parte del 8º Capitulo General. En 1968 enseña en el Pontificio Instituto “Jesus Magister” y al año siguiente toma parte al 9º Capitulo General, donde es elegido Procurador General. En agosto de 1969 es nombrado Prefecto de los Estudios. Es profesor de Sagrada Escritura en el Seminario Regional “La Quercia” (Viterbo), en la Facultad Teológica “Marianum” y al Centro Diocesano de Teología y de formación de los laicos al Apostolado. Inicia su colaboración con “L’Osservatore Romano” y a numerose revistas bíblicas y teológicas.
En 1970 es profesor de Sagrada Escritura en le Faculta de Teología de la Pontificia Universidad Lateranense y tiene a su cargo la rúbrica “Liturgia di domani” en la Radio Vaticana, actividad ejercida también en Telepace y en la RAI. En 1973 es nombrado adjunto a la Pontificia Comisión para la Nueva Vulgata (Neo Volgata). Reconocimiento por parte de Pablo VI por su empeño y de sus méritos por este advenimiento definido “histórico” es la presencia del Arezzo del patrocinio de san José en la Parroquia de san José en Roma.
En julio de 1975 es miembro del Capitulo General, por la cual es reelegido Procurador General. En enero de 1977 viene nombrado Vice Postulador de la causa de Beatificación de Mons. Marello.
Elegido Director del Movimiento Josefino, en 1981, lo promueve a través de la imprenta, las publicaciones de libros, Internet y la participación a todos los Simposios internacionales sobre san José, por la cual será “Coordinador” por muchos años.
En 1982 es Socio de la Pontificia Academia Theologica y Consultor de la S. Congregación para las Causas de los santos. En 1984 es Examinador apostólico del Clero Romano.
Después de la Exhortación apostólica “Redemptoris Custos” (1989) de Juan Pablo II, deja todos los precedentes empeños y actividades y se retira a Asti para profundizar la teología y difundirla.
De 1991, hasta el 2005, retoma la enseñanza en la Universidad Urbaniana. Se aleja de Roma en el 2013 para retirarse en la Casa de Reposo Mons. Marello en Asti, con largos periodos en la comunidad de “San José” en Imperia, de donde ha partido y donde el día 20 de marzo del 2020, ha terminado su largo servicio religioso y eclesial.
Su cuerpo descansará en la tumba de la Congregación, en Asti.
Nuestro querido hermano padre Tarcisio lo recordaremos por su gran amor que tuvo por San José no solo como devoto estudioso sino también como docente y divulgador de los fundamentos bíblicos y teológicos de nuestro Patrón.
Concluyendo su enseñanza ha continuado a dedicarse a esta obra del “Movimiento Josefino” por todo el tiempo que vivió en Roma y en los últimos años a Imperia, en la Parroquia de San José, donde ha continuado su misión religiosa y sacerdotal dedicándose a la catequesis sobre san José y a las confesiones, hasta sus últimos días.
Su dedicación, no solo intelectual, sino de fe a san José ha sido total sabiendo cual es el rol y la importancia de este santo en el misterio de la Encarnación. El amor apasionado por el Custodio del Redentor se ha manifestado hasta su ultimo día: tres días antes de ser internado en el hospital todavía había dejado una entrevista al diario católico Avvenire donde confirmaba que san José es «un santo amado y rico de devociones, poco estimado desde un punto de vista teológico… pero en la plenitud de los tiempos ha cooperado “al gran misterio de la Redención y es verdaderamente ministro de la salvación” (RC 8)». Su acción como animador del Movimiento Josefino ha estado siempre en sintonía con las directivas de los superiores.
Ha honrado la Congregación a través del estudio profundo de la Sagrada Escritura y la teología de san José. Dos son las contribuciones eclesiales mas significativos: la Nova Vulgata (testo oficial latino para toda la Iglesia) y la “teología” de san José propia de la Exhortación apostólica “Redemptoris Custos”.
Su amor Cristo y su dedicación a san José, quedarán como la preciosa herencia que él nos ha dejado y de la cual podemos continuamente enriquecernos.
P. Fiorenzo Cavallaro osj
Provincial