Angelus del Papa Benedicto XVI pronunciado en Fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret
¡Queridos hermanos y hermanas!
Se celebra hoy el Domingo de la Sagrada Familia. Podemos aún identificarnos con los pastores de Belén que apenas recibido el anuncio del ángel, fueron de prisa a la gruta y encontraron a “María y a José y al niño acostado en el pesebre” (Lucas 2, 16). Detengámonos también nosotros para contemplar esta escena, y reflexionemos sobre su significado. Los primeros testigos del nacimiento de Cristo, los pastores, se encontraron de frente no sólo con el Niño Jesús, sino con una pequeña familia: Mamá, papá e hijo recién nacido. Dios ha querido revelarse naciendo en una familia humana, y por esto ¡La familia humana se convierte en una imagen de Dios! Dios es Trinidad, y comunión de amor, y la familia es, con toda la diferencia existente entre el Misterio de Dios y su creatura humana, una expresión que refleja el Misterio insondable de Dios amor. El hombre y la mujer, creados a imagen de Dios, se convierten en el matrimonio en “una sola carne" (Génesis 2, 24), es decir en una comunión de amor que genera una nueva vida. La familia humana, en cierto sentido, es imagen de la Trinidad por el amor interpersonal y por la fecundidad del amor.
La liturgia de hoy propone el célebre episodio evangélico de Jesús a los doce años que se queda en el Templo, en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran, los que asombrados y preocupados, lo encuentran después de tres días mientras discute con los doctores. A la madre que le pide explicación, Jesús contesta que tiene que "estar en la propiedad”, en la casa de su Padre, es decir de Dios, (cfr. Lucas 2,49). En este episodio el joven Jesús aparece lleno de celo por Dios y por el Templo. Preguntémonos: ¿De quien aprendió Jesús el amor por las "cosas" de su el Padre? Ciertamente como hijo tuvo un conocimiento íntimo de su Padre, de Dios una profunda relación personal permanente con Él, pero, en su cultura concreta, ciertamente ha aprendido las oraciones, el amor hacia el Templo y las Instituciones de Israel de sus padres.
Por tanto, podemos afirmar que la decisión de Jesús de quedarse en el Templo fue sobre todo fruto de su íntima relación con el Padre, pero también fruto de la educación recibida de María y de José. Aquí podemos entrever el sentido auténtico de la educación cristiana: ésta es, siempre, el fruto de una colaboración de búsqueda entre los educadores y Dios. La familia cristiana es consciente que los hijos son regalo y proyecto de Dios. Por tanto, no se les puede considerar como posesión propia, sino, sirviendo en ellos al designio de Dios, es una llamada a educarlos en la libertad más grande, que es, justamente, aquella de decir "sí" a Dios para hacer su voluntad. De este "sí" la Virgen María es el ejemplo perfecto. A ella confiamos todas las familias, rogando en particular por su preciosa misión educativa.
Y ahora me dirijo, en lengua española, a cuánto toman parte en la fiesta de la Sagrada Familia de Madrid.
Saludo cordialmente a los pastores y fieles congregados en Madrid para celebrar con gozo la Sagrada Familia de Nazaret. ¿Cómo no recordar el verdadero significado de esta fiesta? Dios, habiendo venido al mundo en el seno de una familia, manifiesta que esta institución es camino seguro para encontrarlo y conocerlo, así como un llamamiento permanente a trabajar por la unidad de todos en torno al amor. De ahí que uno de los mayores servicios que los cristianos podemos prestar a nuestros semejantes es ofrecerles nuestro testimonio sereno y firme de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, salvaguardándola y promoviéndola, pues ella es de suma importancia para el presente y el futuro de la humanidad. En efecto, la familia es la mejor escuela donde se aprende a vivir aquellos valores que dignifican a la persona y hacen grandes a los pueblos. También en ella se comparten las penas y las alegrías, sintiéndose todos arropados por el cariño que reina en casa por el mero hecho de ser miembros de la misma familia. Pido a Dios que en vuestros hogares se respire siempre ese amor de total entrega y fidelidad que Jesús trajo al mundo con su nacimiento, alimentándolo y fortaleciéndolo con la oración cotidiana, la práctica constante de las virtudes, la recíproca comprensión y el respeto mutuo. Os animo, pues, a que, confiando en la materna intercesión de María Santísima, Reina de las Familias, y en la poderosa protección de San José, su esposo, os dediquéis sin descanso a esta hermosa misión que el Señor ha puesto en vuestras manos. Contad además con mi cercanía y afecto, y os ruego que llevéis un saludo muy especial del Papa a vuestros seres queridos más necesitados o que se encuentran en dificultad. Os bendigo a todos de corazón.
Después del Ángelus
Queridos peregrinos de habla francesa, en esta fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, estoy feliz de saludar a todas sus familias y mi oración llega particularmente a aquellas que viven las dificultades. Con ustedes doy gracias a Dios por la Sagrada Familia de Nazaret: María y José no sólo le han dado al Niño Jesús el pan de la tierra; ellos le han dado un auténtico testimonio de fe y de amor. ¡Que su ejemplo guie a todas las familia y sea para ellas una fuente inagotable de alegría y felicidad! ¡Deseo a todos un fin de año tranquilo!
Estoy feliz de saludar a todos los visitantes de habla inglesa presentes en esta oración del Angelus. Hoy celebramos con gozo la fiesta de la Sagrada Familia, quien comparte con nosotros esta fundamental experiencia humana. Pido al Señor que bendiga a todas las familias cristianas y las asista en su vivencia diaria en mutuo amor y generosidad hacia los otros a ejemplo de Jesús, María y José. Quiera, Dios todopoderoso continuar bendiciendo a todos ustedes con paz y alegría durante la temporada navideña.
In weihnachtlicher Freude heiße ich alle deutschsprachigen Pilger und Besucher willkommen. Am heutigen Sonntag feiern wir das Fest der Heiligen Familie. Wir blicken dabei auf die Familie von Nazaret, die wie alle Familien Sorgen und Nöte erlebt. Maria und Josef, so berichtet das Evangelium, verstehen zunächst nicht, warum ihr Sohn nicht mit ihnen gegangen, sondern im Tempel zurückgeblieben ist. Doch die Worte Jesu, daß er „im Hause seines Vaters sein muß“ (Lk 2, 49), lassen sie und uns erkennen, daß die lebendige Beziehung zu Gott auch die Liebe untereinander stärkt. Euch und euren Familien wünsche ich eine frohe Weihnachtszeit.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana. En este domingo de la Sagrada Familia, invito a todos a poner los ojos en el hogar de Nazaret, escuela incomparable de virtudes humanas y cristianas, para aprender de Jesús, José y María a vivirlas personalmente y dar ejemplo de ellas ante los que os rodean con humildad y convicción. De nuevo os deseo que, en estas fiestas de Navidad, la alegría del Señor Jesús, nacido en Belén, sea vuestra fortaleza. En su Nombre os bendigo con gran afecto.
Doy un cordial saludo a los polacos. Hoy es el domingo de la Sagrada Familia. El amor que ha unido a María y José, y ha envuelto al Niño Jesús, una a todas las familias cristianas. Nazca de esto el recíproco respeto entre los esposos, el cuidado por cada nueva vida y por el feliz desarrollo de las generaciones futuras. Confío a todas las familias polacas al cuidado de María y de José, e imploro para ellas la bendición divina.
Saludo a los peregrinos de lengua italiana, en particular al grupo de fieles que vienen de Atri. En este domingo de la Sagrada Familia dirijo un caluroso saludo a todas las familias de Roma y de Italia, con una oración especial por aquellas que atraviesan por mayores dificultades. ¡El Señor los bendiga! ¡Felicidades a todos!
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Benedicto XVI
Plaza de San Pedro
Domingo, 27 dicembre de 2009
Domingo, 27 dicembre de 2009
Tomado de:
Traducción del italiano, francés e inglés:
P. Óscar Alejandro, m. j.
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