Padre Carlos Carrillo Ojeda, Misionero Josefino (1922-2021).
No sé cuando, Dios, me permitió conocer al Padre Carlos Carrillo pero sin duda que ya lo traté desde el año 1986 desde que él estaba en la Parroquia de la Sagrada Familia de Josefinos en la Colonia Santa María La Ribera en Ciudad de México. Allí estaba la Sede del Centro de Estudios Josefinos de México. Allí me tocó conocer a su hermana Chelito que era la secretaria del Centro y que a los que llegábamos buscando algún material nos atendía siempre con gusto.
Al padre Carrillo lo recuerdo siempre asociado a la figura de San José: como Director del Centro Josefino, como estudioso, como atento a las publicaciones de otros Centros Josefinos, como fotógrafo de templos e imágenes josefinas, como escritor, como aquel que tendía lazos con otros grandes de la devoción al Custodio del Redentor en el mundo.
Cuando yo era estudiante lo recuerdo participando en el Simposio de México de 1989. El tema del encuentro era 'San José en el Siglo XVIII'. En mi tiempo de servicio en el Centro Josefino de Chile, en el año 1997, me tocó participar en el Simposio de Malta que trató sobre: 'San José en los Siglos XIX y XX'. Allí también acudió el padre Carlos Carrillo.
Por el padre Gabriel Rodríguez Celis supe que el padre ayudó a organizar el Simposio de El Salvador, en el año de 2001, donde el tema era: 'San José en la Redemptoris Custos. Aspectos Teológicos y Pastorales'.
En mi segunda estancia en Santiago, al frente del Centro Josefino, volví a coincidir con el Padre Carrillo en el Simposio de Kevelaer, en Alemania cuyo tema era: 'Importancia de San José en el Misterio de la Salvación' . Esto fue en el año 2005. Debo decir que el padre era una persona respetada por todos los que acudían a las sesiones de estudio de estos encuentros internacionales pues a lo largo de su vida dedicó su tiempo y esfuerzo, sobre todo en el campo de la historia, tratando de encontrar datos Josefinos interesantes para quienes acudían a estos simposios sobre el Protector de la Sagrada Familia.
Yo agradezco hoy de todo corazón por todo lo que Dios nos regaló como Congregación y como devotos de San José a través del padre Carlos Carrillo. Gracias por su esfuerzo, por sus desvelos, por su constancia, por su amor a San José que compartió con muchos de nosotros y los devotos josefinos de otras nacionalidades. Gracias porque mucho del acervo que ahora tiene el Centro Josefino de México en materiales de estudio, publicaciones y datos interesantes se los debemos a él. Gracias porque de una u otra manera él con su labor josefina, nos animó a conocer y amar al Esposo de María y padre Jesús.
Que Dios le conceda el descanso eterno y el premio por todo el bien que hizo en su paso entre nosotros.