La Sagrada Familia
Lucas 2,41-52
Buscar y encontrar a Jesús "Buscar" equivale a indagar, escudriñar, preguntar por algo o por alguien. Evidentemente; el que busca de verdad encuentra. Pero hay personas que no buscan nada,. porque tienen de todo, porque son perezosas, porque no tienen esperanza o porque están de vuelta de todo. Naturalmente, hay que saber buscar y disponerse a conseguir lo que Dios nos sale al paso y debe ser buscado.
A veces desaparece e nuestro entorno, y lo perdemos de vista. Pero, cuando lo buscamos con sincero corazón, lo encontramos.
No es fácil entender los planes de Dios. Ni siquiera María lo "entendió" todo. Pero hay tres exigencias fundamentales para entrar en comunión con Dios:
a) Buscarlo (José y María "se pusieron a buscarlo");
b) creer en Él (María es "la que ha creído"); y
c) y meditar la palabra del Señor (María, "conservaba en su corazón todas aquellas cosas").
En este domingo, en que celebramos la fiesta de la Sagrada Familia, sería bueno preguntarnos: ¿Dónde estamos buscando a Jesús? ¿Dónde lo hemos encontrado? ¿Qué tanto tiempo dedicamos a conversar con los hijos sobre estas búsquedas? ¿Qué tanto tiempo dedicamos como hijos a compartir con nuestros padres los encuentros y desencuentros de nuestra vida?
José y María, que han experimentado lo que es ser padres, que han sentido angustia, que se han quedado atónitos por el comportamiento de Jesús; nos pueden ayudar en estas búsquedas. Jesús, como hijo, nos puede ayudar a descubrir que es aquello que Dios quiere de nosotros en relación con la familia, la vocación, la vida toda.
27 de diciembre de 2009
Tomado de:
Misal Mensual de Letra Grande de Buena Prensa. Año 6, n. 68, p. 94.
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