Tercera semana de Adviento
José y María, padres de Jesús, han escuchado la inesperada orden del César para acudir al censo precisamente al pueblo de origen de cada jefe de familia.
José, tus planes para esperar a Jesús van a cambiar porque debes obedecer a quien tiene la autoridad de Dios en la tierra. María, irás con José porque es tu esposo y no lo puedes abandonar, Dios te lo ha entregado para toda la vida. Que aprenda de ustedes a aceptar los caminos de Dios y no imponer mi criterio o interés, así permitiré a Jesús venir a mi vida, casa y familia como Él lo desea. ¡Ven, Señor. Jesús!
José y María, yo os ofrezco por posada el corazón y el alma mía.
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