Jesús es de José
El Encuentro Europeo de las Familias celebrado en la Plaza Colón de Madrid, el 27 de diciembre de 2009, fue sin duda un evento hermoso para presentar a las familias cristianas europeas al prototipo de las familias: la Sagrada Familia de Jesús, María y José. Y creo que el Cardenal Rouco Varela tiene frases hermosas respecto a la Sagrada Familia tales como:
“El modelo insuperable y decisivo para poder vivir en plenitud la riqueza de la gracia del matrimonio cristiano en el día a día del crecer y del quehacer de la propia familia”.
“La familia cristiana sabe, además, que en Jesús, María y José, encuentra el apoyo sobrenatural necesario que le ha sido preparado amorosamente por Dios para que no desfallezca en la realización de su hermosa vocación”.
“Con la Sagrada Familia, formada por Jesús, María y José, se inicia el capítulo de la nueva y definitiva historia de la familia: el de la familia, que, fundada por el Creador en el verdadero matrimonio entre el varón y la mujer, va a quedar liberada de la esclavitud del pecado y transformada por la gracia del Redentor”.
“Miraos a vosotras mismas como esposas y esposos, padres e hijos, en el límpido espejo de ese prototipo de la nueva familia querida y dispuesta por Dios en su plan de salvación del hombre, que es la familia de Jesús, María y José”.
Estas frases, junto a otros pensamientos, llevaron a los fieles a meditar en esta familia santa y a dar fortaleza a la institución familiar.
Lo que creo que no es exacto, respecto a un miembro de la Sagrada Familia, San José, es lo que en esta fiesta de las familias declaró el Cardenal de Madrid:
“José acepta acoger a María en su casa como esposa, castamente, sabiendo que el Hijo que lleva en sus entrañas no es suyo, ¡es de Dios!”
No pretendo decir que José haya generado a Jesús, más bien lo que pretendo señalar es, que Jesús, el hijo que María lleva en sus entrañas, sí es de José. Porque es él quien le da el nombre al hijo de Dios (Mateo 1, 21) confiriéndole, con este gesto, la misión paterna respecto a Jesucristo no sólo en el plano legal de la ley judía sino en el plano vocacional de su misma existencia. María misma reconocerá esta “propiedad paterna” en el Evangelio de San Lucas (Lucas 2, 48).
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Quizás la frase del Cardenal Rouco sólo sea equivoca; sin embargo creo que es necesario aclarar que: ¡Jesús es de Dios! ¡Pero también es de José! porque el mismo Creador le da este encargo paterno a través del anuncio angélico. Qué José no sea el progenitor de Jesús ¡Está claro por el Evangelio! (Mateo 1, 16. 18; Lucas 1, 26-38). Pero que Jesús es hijo de José también está patente por la misma Buena Nueva de Dios (Mateo 1, 21. 25; Lucas 2, 48; Lucas 4, 22, Juan 1, 45).
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P. Óscar Alejandro Hernández Zavala, m. j.
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