Lectio Divina en honor de San José
Martes, 19 Marzo, 2013
José, esposo de María, la Madre de Jesús Mateo 1,16.18-21.24a
1. LECTIO
a) Oración inicial:
Espíritu que aleteas sobre las aguas, calma en nosotros las disonancias,
los flujos inquietos, el rumor de las palabras, los torbellinos de vanidad y haz surgir en el silencio la Palabra que nos recrea.
los flujos inquietos, el rumor de las palabras, los torbellinos de vanidad y haz surgir en el silencio la Palabra que nos recrea.
Espíritu que en un suspiro susurras en nuestro espíritu el nombre del Padre, ven a reunir todos nuestros deseos, hazlos crecer en un haz de luz que sea la respuesta a tu luz,
la Palabra del Nuevo Día.
la Palabra del Nuevo Día.
Espíritu de Dios, savia de amor del árbol inmenso sobre el que nos injertamos, que todos nuestros hermanos nos acompañen como un don, en el gran Cuerpo donde madura
la Palabra de comunión. (Fr. Pierre-Yves de Taizé)
la Palabra de comunión. (Fr. Pierre-Yves de Taizé)
b) Lectura del Evangelio: Mateo 1,16-24
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Así que el total de las generaciones son: desde Abrahán hasta David, catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
El origen de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra
c) Un momento de silencio:
para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida.
2. MEDITATIO
a) Clave de lectura:
El pasaje del evangelio de hoy se toma del primer capítulo de Mateo que forma parte de la sección referente a la concepción, nacimiento e infancia de Jesús. El centro de todo el relato es la persona de Jesús a la que se suman todos los sucesos y las personas mencionadas en la narración.. Se debe tener presente que el Evangelio revela una teología de la historia de Jesús, por eso, al acercarnos a la Palabra de Dios debemos recoger el mensaje escondido bajo los velos de la historia sin perdernos, como sabiamente nos avisa San Pablo, “en las cuestiones tontas”, guardándonos “de las genealogías, de las cuestiones y de las discusiones en torno a la ley, porque son cosas inútiles y vanas”. (Timoteo 3:9).
Efectivamente, este texto se conecta a la genealogía de Jesús, que Mateo compone con el intento de subrayar la sucesión dinástica de Jesús, el salvador de su pueblo (Mateo 1:21). A Jesús le son otorgados todos los derechos hereditarios de la estirpe davídica, de “José, hijo de David” (Mateo 1:20; Lucas 2:4-5) su padre legal. Para el mundo bíblico y hebraico la paternidad legal bastaba para conferir todos los derechos de la estirpe en cuestión (Ver: la ley del levirato y de la adopción Deuteronomio 25:5 ss) Por esto, después del comienzo de la genealogía, a Jesús se le designa como “Cristo hijo de David” (Mateo 1:1), esto es, el ungido del Señor hijo de David, con el cual se cumplirán todas las promesas de Dios a David su siervo (2 Samuel 7:1-16; 2 Crónicas 7:18; 2 Crónicas 21:7; Salmo 89:30). Por esto Mateo añade al relato de la genealogía y de la concepción de Jesús la profecía de Isaías: “Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había sido dicho por el Señor por medio del profeta: He aquí, que la virgen concebirá y parirá un hijo que será llamado Emmanuel, que significa Dios con nosotros” (Mateo 1:21-23 + Isaías 7:14).
Deteniéndonos, por decirlo así, en la realidad espiritual de la adopción, podemos referirnos al hecho de que el pueblo elegido posee “la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas” porque “ellos son Israelitas y poseen la adopción de hijos” (Romanos 9:4). Pero también nosotros, el nuevo pueblo de Dios en Cristo, recibimos la adopción de hijos porque “cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a aquéllos que estaban bajo la ley, para que recibiésemos la adopción de hijos” (Mateo 1.21), porque Él es el “Dios con nosotros” (Mateo 1:23) que nos hace hijos adoptivos de Dios.
Jesús nace de “María desposada con José” Mateo 1:18a) que “se halló en cinta por obra del Espíritu Santo” (Mt 1:18b). Mateo no nos cuenta el relato de la anunciación como lo hace Lucas (Lucas 1, 26-38), pero estructura la narración desde el punto de vista de la experiencia de José el hombre justo. La Biblia nos revela que Dios ama a sus justos. Pensamos en Noé “hombre justo e íntegro entre sus contemporáneos” (Génesis 6:9). O en Joás que “hizo lo que era recto a los ojos del Señor” (2 Reyes 12:3).
Una idea constante en la Biblia es el “sueño” como lugar privilegiado donde Dios da a conocer sus proyectos y planes, y algunas veces revela el futuro. Bien conocido son los sueños de Jacob en Betel (Génesis 28: 10ss) y los de José su hijo, como también los del coopero y repostero prisioneros en Egipto con él, (Génesis 37:5ss; Génesis 40:5ss) y los sueños del Faraón que revelaron los futuros años de prosperidad y carestía (Génesis 41:1ss).
A José se le aparece “en sueños un ángel del Señor” (Mateo 1.20) para revelarle el plan de Dios. En los evangelios de la infancia aparece a menudo el ángel del Señor como mensajero celestial (Mateo 1:20.24; 2:13.19; Lucas 1:11; 2:9) y también en otras ocasiones esta figura aparece para tranquilizar, revelar el proyecto de Dios, curar, liberar de la esclavitud (Ver.: Mateo 28:2; Juan 5:4; Hechos 5:19; 8:26; 12: 7.23). Muchas son las referencias al ángel del Señor también en el Antiguo Testamento, donde originariamente representaba al mismo Señor que cuida y protege a su pueblo siempre acompañándolo de cerca (Ver.: Génesis 16:7–16; 22:12; 24:7; Éxodo 3:2; Tobías 5:4).
b) Preguntas para orientar la meditación y actualización:
• ¿Qué cosa te ha llamado más la atención en este pasaje evangélico?
• En la clave de lectura hemos ofrecido bastante espacio para algunos términos: adopción, ángel, sueño, justo). ¿Qué sentimientos y pensamientos suscitan en tu corazón? ¿Qué importancia puede tener para tu camino de madurez espiritual?
• ¿Qué piensa que pudiera ser el mensaje centraldel pasaje evangélico?
• En la clave de lectura hemos ofrecido bastante espacio para algunos términos: adopción, ángel, sueño, justo). ¿Qué sentimientos y pensamientos suscitan en tu corazón? ¿Qué importancia puede tener para tu camino de madurez espiritual?
• ¿Qué piensa que pudiera ser el mensaje central
3. ORATIO
a) Salmo 92
Es bueno dar gracias a Yahvé, cantar en tu honor, Altísimo,
publicar tu amor por la mañana y tu fidelidad por las noches, con el arpa de diez cuerdas y la lira, acompañadas del rasgueo de la cítara. Pues con tus hechos, Yahvé, me alegras, ante las obras de tus manos grito: «¡Qué grandes son tus obras, Yahvé,
y qué hondos tus pensamientos!»
publicar tu amor por la mañana y tu fidelidad por las noches, con el arpa de diez cuerdas y la lira, acompañadas del rasgueo de la cítara. Pues con tus hechos, Yahvé, me alegras, ante las obras de tus manos grito: «¡Qué grandes son tus obras, Yahvé,
y qué hondos tus pensamientos!»
El hombre estúpido no entiende, el insensato no lo comprende. Aunque broten como hierba los malvados o florezcan todos los malhechores, acabarán destruidos para siempre;
¡pero tú eres eternamente excelso!
¡pero tú eres eternamente excelso!
Mira cómo perecen tus enemigos, se dispersan todos los malhechores. Pero me dotas de la fuerza del búfalo, aceite nuevo derramas sobre mí;veré la derrota del que me acecha,
escucharé la caída de los malvados.
escucharé la caída de los malvados.
El justo florece como la palma, crece como un cedro del Líbano.
Plantados en la Casa de Yahvé, florecen en los atrios de nuestro Dios. Todavía en la vejez producen fruto, siguen llenos de frescura y lozanía, para anunciar lo recto que es Yahvé:
«Roca mía, en quien no hay falsedad».
Plantados en la Casa de Yahvé, florecen en los atrios de nuestro Dios. Todavía en la vejez producen fruto, siguen llenos de frescura y lozanía, para anunciar lo recto que es Yahvé:
«Roca mía, en quien no hay falsedad».
b) Momentos dedicados al silencio orante
4. CONTEMPLATIO
La contemplación cristiana del sueño de Dios, del plan que Dios realiza para la historia de la humanidad no produce alienación sino que nos tiene vigilantes y activas las conciencias y nos estimula para afrontar con valor y abnegación las responsabilidades que la vida nos depara.
Tomada de:
No hay comentarios:
Publicar un comentario