sábado, 28 de marzo de 2015

¿Un Año Santo dedicado a San José?



Propuesta: ¿por qué no celebrar un Año Santo dedicado a San José?
En algunas zonas de la Europa central y de América Latina la figura de San José de Nazaret ha sido engrandecida, más que no lo ha sido en la Europa Meridional, de ahí que en algunas discusiones teológicas se ha comentado que la Iglesia católica es muy mariana pero poco josefina, es decir que hay mucha devoción a la Virgen María —que nadie discute— mientras que a San José se le considera por debajo de lo que se cree debería ser su figura en la historia de la Redención.
En algún artículo aparecido en publicaciones especializadas, se proponía que la Iglesia católica celebrara el milenario de la muerte de San José, proponiendo un Año Santo, en el que profundizar en la piedad y conocimiento de la figura del gran Patriarca de la Iglesia. Ya existe una parte de la teología dedicada a San José, la Josefología.
No fue hasta el Concilio Vaticano II (San Juan XXIII) cuando la liturgia católica introdujo a San José en el Canon Romano de la santa Misa. Lo habían pedido muchos padres conciliares, al igual que  la proclamación de María como Madre de la Iglesia que también la aprobó el Concilio.
Este Año Santo bien podría celebrarse el año 2020 o cualquier otro, con motivo del segundo milenario de su fallecimiento. Aunque se desconoce cuándo falleció San José se sabe que fue en el intervalo entre el encuentro de Jesús en el Templo, a los 12 años, y su vida pública, que empezó a los 30 años. La media de mortalidad de aquel entonces no alcanzaba los 50 años. Si San José se casó con María Virgen a los 25 años, más o menos, el encuentro de Jesús en el Templo fue entonces a los 37 años de José, y habría que añadir entre 10 y 15 años hasta su fallecimiento.
La Familia de Nazaret tiene muchas devociones populares, especialmente en América Latina, donde se reza a “Jesús, María y José”. La unión existente entre los tres miembros de la Sagrada Familia, dado el inmenso amor que existía entre ellos, es inquebrantable, como no podía ser de otra manera, siendo Jesús, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. La devoción a la Sagrada Familia ha llevado a que entre familias cristianas se albergara una imagen de ella en una hornacina que pasaba de hogar en hogar cada semana para bendecir a las familias.
El modelo de la Sagrada Familia como un modelo de familia estable y una comunidad de amor —de no confundir con los sentimientos pues estos van y vienen y el amor permanece— es muy adecuado en este año en que la Iglesia recorre el camino sinodal para proponer acciones pastorales concretas en el ámbito de la familia que culminara en la celebración del Sínodo Ordinario sobre la familia el próximo mes de octubre. Sería deseable que el Sínodo se pronunciara en favor de dedicar un Año Santo a San José o hiciera especial mención a su figura.
Por otro lado, San José es patrono de las vocaciones al sacerdocio, y de todas las vocaciones de mujeres y hombres tanto en el estado laical como en el religioso. En este año dedicado especialmente a la vida religiosa, San José es el gran intercesor como Patriarca de la Iglesia, como Esposo de María, y como Padre de Jesús según el espíritu, en favor de las vocaciones.
En otro orden de cosas, personalmente no me gusta la expresión que se dice de San José como “padre putativo”. Ciertamente viene “putativo” del latín (padre putativo equivale a que se le equipara a padre) en español suena mal, además de parecer que es un padre de “menor cualidad” que un padre biológico. Decía San Agustín (Sermón 51, 20) que “a José no solo se le debe el nombre de Padre, sino que se le debe más que a otro alguno (…) era tanto más profundamente padre cuanto más casta fue su paternidad (…) El Señor no nació del germen de José. Sin embargo, a la piedad y a la caridad de José, le nació un hijo de la Virgen María, que era Hijo de Dios”.
Otro aspecto que personalmente no me gusta es la figura de san José “obrero”. Se instituyó el 1 de Mayo, coincidiendo con la Fiesta del Trabajo que es de reivindicación sindical. La idea es buena, pero tiene poco rigor histórico si echamos mano a los evangelios. Según los evangelios de Marcos y Mateo, san José era “faber”, del mismo modo que Jesús era el “filius faber” (Mt, 6, 56). “Faber” en realidad era un artesano, pues en el primer siglo de nuestra era no había empresas multinacionales del mismo modo que no había propiamente “obreros” en el sentido como lo entendemos hoy, sino “trabajadores”.
La fiesta de San José para todos los católicos es el 19 de marzo. Poner un elemento religioso a la fiesta del 1 de Mayo es bueno, del mismo modo que se cristianizaron fiestas paganas del “ferragosto” (15 de agosto), los solsticios de junio (san Juan) y diciembre (Navidad). Pero estas fiestas están ya acrisoladas por muchos siglos.
Finalmente, es adecuado señalar la analogía existente en la Biblia entre la figura de José el Egipcio, el onceavo hijo de Jacob, y la de José de Nazaret, cuyo padre se llamaba también Jacob (Mt., 1, 16). En la Biblia en el libro del Éxodo (Ex, 41, 55) cuando los egipcios tenían un problema el faraón les decía “Id a José”. Pueden usar esta ad vocación quienes pasan apuros de cualquier tipo y quienes escuchan la voz la voz de Jesús o de María que dicen: “Id a José de Nazaret”, pedídselo a San José, encomendaros a José. 
El Papa Francisco tiene en su escritorio una imagen de San José dormido. Lo desveló en su viaje a Filipinas. “Cuando tengo un problema, una dificultad —dijo el Papa— la pongo debajo de San José para que lo arregle”. San José durmiendo “cuida a la Iglesia”, dijo el Papa Francisco.
En el Año Santo dedicado a José podría reconstruirse la piedad popular que tiene a este santo como Patrón, Patriarca, modelo como padre y esposo, modelo como trabajador y dócil a Dios en las adversidades. 

Salvador Aragonés
28/03/2015

Tomado de:


lunes, 23 de marzo de 2015

Imagen y nota de peregrinación de San José en Pacasamayo, Perú



Fiesta de San José Patriarca en Jequetepeque

Te presento una imagen de la procesión de San José en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de Pacasamayo, Perú.  En torno a la celebración de San José el sitio dice: “El día domingo 23 de marzo fue la celebración central de la fiesta de San José Patriarca en Jequetepeque.  Todo terminó con la celebración de la misa en la mañana y la procesión en la tarde”.

Tomado de:


sábado, 21 de marzo de 2015

Santa Teresa de Jesús y San José



Santa Teresa y San José

Estamos en un día de fiesta ya que celebramos a nuestro Patriarca San José. Día especial para las Hermanas que reciben el hábito, que cambian el nombre, que hacen votos temporales y perpetuos. Quiero hablar de cómo Santa Teresa quería a San José, lo cual se ve en muchas cosas.

En cómo lo llama

Por ejemplo, lo llama repetidas veces: «padre y señor mío»[1], «gloriosísimo padre nuestro San José»[2], «…de mi padre glorioso San José»[3], «mi padre San José»[4], «mi señor San José»[5].

El nombre de los Monasterios fundados por Santa

Vemos que los monasterios fundados por Santa Teresa siempre tienen el nombre de San José. Así:

San José de Ávila (1562)[6];
San José del Carmen de Medina del Campo (1567)[7];
San José de Malagón (1568)[8];
San José de Toledo (1569)[9];
San José de Salamanca (1570)[10];
San José del Carmen de Segovia (1574)[11];
San José del Salvador, en Beas (1575)[12];
San José del Carmen de Sevilla (1575)[13];
San José de la Villa de Caravaca (1576)[14];
San José de Nuestra Señora de la Calle, en Palencia (1580)[15];
San José de Santa Ana de Burgos (1582)[16];

En lo que dice sobre San José

Santa Teresa, con ese lenguaje suyo tan propio, dice: «tomé por abogado y señor al glorioso San José y encomendéme mucho a él…me sacó con más bien que yo le sabía pedir»[17]. Es muy generoso San José, da más de lo que le pedimos. En otro lugar dice: «No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer… Querría yo persuadir a todos fuesen devotos de este glorioso Santo, por la gran experiencia que tengo de los bienes que alcanza de Dios»[18].

De hecho nosotros vivimos prácticamente rezando los treinta días a San José, de eso vivimos. Es él quien nos mantiene en todo instante. Cuando hay una necesidad más grande, más se rezan los treinta días.

«Sólo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso Patriarca y tenerle devoción»[19]. Y más adelante sigue diciendo: «Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo por maestro y no errará en el camino»[20].

Anécdotas de Santa Teresa

Y cuenta una de las gracias que había recibido: «Una vez estando en una necesidad que no sabía qué me hacer ni con qué pagar unos oficiales, me apareció San José, mi verdadero padre y señor, y me dio a entender que no me faltarían, que los concertase. Y así lo hice sin ninguna blanca, y el Señor, por maneras que se espantaban los que lo oían, me proveyó»[21].

En una nueva oportunidad –cuenta la santa–: «estaba considerando los muchos pecados que en tiempos pasados había en aquella casa confesado y cosas de mi ruin vida». Se le apareció la Virgen hacia el lado derecho y San José hacia el izquierdo, y vio que le vestían con una ropa de mucha blancura y claridad. Sigue la santa: «Dióseme a entender que estaba ya limpia de mis pecados. Acabada de vestir –de las manos de San José y la Virgen–, y yo con grandísimo deleite y gloria, luego me pareció asirme de las manos nuestra Señora: díjome que la daba mucho contento en servir al glorioso San José, que creyese que lo que pretendía del monasterio se haría y en él se serviría mucho el Señor y ellos dos»[22], a la Virgen y a San José.

En otra ocasión, estando en Sevilla, descubrió las marañas que el demonio había hecho en un convento: «y el glorioso San José ha de sacar en limpio la verdad». Se trataba de monjas que habían estado en el convento de Santa Teresa, que habían hecho problema y habían ido a otro lado, y allí estaban haciendo problemas: «y lo que son esas monjas que de acá fueron, que las de allá no las conozco, mas sé que son más creídas de quien las trata, que ha sido un gran daño para muchas cosas»[23].

Una historia de nuestros tiempos

Termino contando una historia que ocurrió en Buenos Aires. El rector del Seminario, en aquel entonces el P. Eduardo Pironio se había comprado un auto. Pero no sabía manejar, y lo manejaba el entonces seminarista, P. José Barbich luego párroco de San José en San Miguel. Nosotros le decíamos «el ruso», aunque no lo era, pues era descendiente de croatas, pero así como a todos los españoles le decimos gallegos, así a todos los que viene del Este de Europa –lo que para nosotros es el Este de Europa– le decimos rusos, porque muchas veces vienen con pasaporte ruso.

A los pocos días los ladrones le roban el auto, ¡que problema! Entonces, el que después fue Cardenal Pironio, al cual le han iniciado aquí en Roma el proceso de canonización, a los pocos días va al convento de las Carmelitas, y ellas le pidieron el número de patente. Luego fueron a la imagen de San José con el papel y lo dejaron allí, para que apareciera el auto.

Al poco tiempo, a la semana, estaba el entonces seminarista José Barbich caminando por el centro y ve un auto igual al de Pironio, mira la patente: ¡Sí! El mismo auto de Pironio. Aun llevaba consigo la llave. Subió, arrancó y volvió al Seminario con el auto. San José le había dado la gracia de encontrar el auto en el centro de Buenos Aires, algo así como encontrarlo en el centro de Roma. San José puede hacer cosas así.
* * *
En este día en el cual recordamos el inicio de las Servidoras, por eso elegimos el día de San José, tenemos que encomendarnos de manera renovada pidiendo por todas las hermanas, las actuales, las futuras, para pedir realmente por esta vida de confianza en la Providencia que se manifiesta tantas veces a través de él y pedir que crezcan en la santidad para gloria de Dios.

[1] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, Obras Completas, BAC, Madrid 19979, c. 6, n. 6, 50-51.
[2] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, c. 36, n. 5, 195.
[3] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, c. 36, n. 6, 196.
[4] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, c. 36, n. 11, 198.
[5] SANTA TERESA DE JESÚS, Epistolario, Carta 30, a Alonso Ramírez, n. 10, Obras Completas, 898.
[6] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 1, n. 1, Obras Completas, 676.
[7] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 1, 676.
[8] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 9, 705.
[9] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 15, 723.
[10] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 18, 734.
[11] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 21, 746.
[12] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 22, 749.
[13] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 23, 755.
[14] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 27, 771.
[15] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 29, 789.
[16] SANTA TERESA DE JESÚS, Fundaciones, c. 31, 801.
[17] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, c. 6, n. 6, 50-51.
[18] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, c. 6, n. 6-7, 51.
[19] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, c. 6, n. 8, 51.
[20] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, c. 6, n. 8, 51.
[21] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, c. 33, n. 12, 182.
[22] SANTA TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida, c. 33, n. 14, 182.
[23] SANTA TERESA DE JESÚS, Epistolario, Carta 272, a D. Hernando de Pantoja, n. 8, 1200.

Padre Carlos M. Buela, ive
19 marzo, 2015

Tomado de:



Letanías a San José

San José

Como tú (Canto a San José)

Himno a San José (Popular en Chile)

Fan de San José

San José abriga a la Virgen María, en su vestimenta

Meditación Papa Francisco sobre la Sagrada Familia 28dic2014

Maestro de fe (Canto a San José)

Atento a Dios (Versión CD)

Magníficat de San José

¡Abbá José!

¡Tú eres un nuevo José!

)

Hijo de Dios, hijo de José

Video: invitación fiesta de San José en San Esteban

Himno a San José

Súplica a San José, custodio y padre

Canto de ofertorio misa de San José: Pan y Vino

Canto a San José: 'Tu justicia

21feb2014 Modelo de amor al Señor (Canto a San José)

Entrevista con uno de los grandes especialistas del Centro Josefino Español

Homilía de apertura del XI Simposio Internacional sobre San José

Entrevista de Radio Vaticano con ocasión del XI Simposio Internacional sobre San José

Palabras de Bienvenida del Obispo de Ciudad Guzmán

Primer día del Simposio Internacional sobre San José

Video: Protector de la vida (Canto a San José)

San José en el escudo del Papa Francisco

Canto: El silencio de San José

Fiesta de San José en el Cuzco 2012

Video: Fiesta de San José 2012 en la Parroquia de San Esteban

¡Grande eres, José!

Video: Vamos a Jugar señor San José (Canto)

Video: Plegaria, canto a San José

Video: Canto a San José del Ministerio de Música Cristo Rey

Video: José de María inseparable

En casa de José de Nazaret

Casita de Nazaret (Canto a la Sagrada Familia)

Recordando a un gran apostol de San José. 100 años de su pascua al Padre

Jóvenes de San José

¿Qué decir? (Canto a San José)

Un fragmento de la obra "Canción de José"

San José una fuente de inspiración la vocación a la paternidad

La fuente número 100 del Vaticano, dedicada a San José

Joven Nazareno (Canto a San José)

San José (Canto a San José)

Video: Villancico de José

Video: San José, una historia de amor (Canto a San José)

Video: Tu mirada (Canto a San José)

En el Jubileo de los 100 años de un gran apóstol de San José, II Parte

En el Jubileo de 100 años de la partida de un apóstol de San José

Imágenes X Simposio Internacional sobre San José 2009

San José en el Simposio Internacional de Kevelaer 2005

San José en la pintura de Ricardo González Copado

San José en 'El pulso de la fe'

Conversación con San José / Rozmowa ze Świętym Józefem

Audio: La virtud de San José

Video: 18 de marzo de 2009 Meditación Josefina en el rezo de Vísperas de Benedicto XVI

Video: 19 de marzo de 2009 Palabra de vida dedicada a San José por el P. Jesús Higueras

Video: 19 de marzo de 2009 La actualidad de San José. Por José Luis Navas

Canto: 'Carpintero'. Un canto del cantautor católico Felipe Gómez

Benedicto XVI, Misa del 19 de marzo de 2009. Viaje Camerún-Angola.

IPH, Podcast