¿Era joven san José? Este genio
del Barroco lo plasmó en su escultura
Una
escultura de Pedro de Mena, el genial artista del Barroco español, es la última
adquisición del Museo Nacional de Escultura de Valladolid (España). Se trata de
“San José y el Niño”, esculpida en
madera policromada y fechada en el siglo XVII.
La
imagen fue adquirida el año pasado por el Ministerio de Cultura Español y costó
150.000 euros. Se trata de una pieza de primera magnitud, que presentaron esta
semana al público la directora del museo, María Bolaños, y el conservador
Miguel Ángel Marcos.
Con
ella el público podrá ver la exposición-cápsula ‘El museo crece. Sobre la exposición de una obra de Pedro de Mena’,
que es una forma divulgativa de acercar el arte al público.
La
imagen de San José representa a un hombre joven y guapo que sostiene al Niño
Jesús en sus brazos y le mira con ternura.
Los
falsos textos sobre la ancianidad de José
De
vez en cuando surge la pregunta de si San José era joven o anciano. Ya en obras
apócrifas (es decir, no auténticas) como la (falsa) Epístola de san Jerónimo o
el (falso) Evangelio de la Infancia sus autores querían destacar la virginidad
de santa María y, seguramente con toda su buena intención, creyeron que un modo
de hacerlo era describir un San José viejo, al que le faltaría ya virilidad.
Michel
Gasnier, en su precioso libro de espiritualidad “Los silencios de San José”, explica que es de sentido común pensar
que San José sería joven para que a los ojos de sus contemporáneos pudiera
creerse que era el padre de Jesús de una forma natural. También así José podría
ejercer con el Niño “la tarea de protector y de padre nutricio que Dios iba a
confiarle”.
En
la iconografía antigua ya se le presenta como joven a imberbe: en una piedra
sepulcral del siglo III d.C. encontrada en las catacumbas de san Hipólito y en
el sarcófago de san Celso (del siglo IV d.C.), en Milán.
En
el caso de la talla de Pedro de Mena, se trata de una obra barroca elaborada
por un genio del detalle, que mueve a la piedad y a la devoción a San José, que
se extendió enormemente en el siglo XVII como modelo de santidad y patrón de la
buena muerte.
Pedro
de Mena es un escultor granadino conocido por su maestría en la talla
religiosa. En el museo de Valladolid pueden verse también otras dos obras
maestras salidas de su taller: “Ecce
Homo” y la “Magdalena Penitente”.
Tesoros
sacados del almacén
La
talla de Pedro de Mena no queda en solitario para el visitante. El Museo
Nacional de Escultura de Valladolid ha abierto al público una interesantísima
exposición en la que pueden verse obras que éste conserva habitualmente en su
almacén.
Muchas
de ellas son anónimas, de artistas no tan conocidos… lo que ha hecho que no
vean la luz habitualmente. Sin embargo, con este montaje uno queda admirado de
la belleza del arte religioso que se esconde en los talleres y almacenes del
museo.
La
muestra lleva el sugerente título “Almacén,
El lugar de los invisibles” y podrá verse hasta el 17 de noviembre. La
entrada es gratuita.
Dolors Massot
31 de julio de 2019
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