La parroquia San José Obrero estrena párroco y acólito
En una celebración eucarística el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, puso en funciones al nuevo párroco de San José Obrero, presbítero Juan Ramón Cabrera, e instituyó acólito al seminarista Cayetano Lencina. La ceremonia tuvo el viernes 22 de julio, en el marco de la primera fiesta de María Magdalena, y fue concelebrada por sacerdotes de la diócesis de Catamarca y algunos invitados. También participaron seminaristas.
Durante una celebración eucarística el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, puso en funciones al presbítero Juan Ramón Cabrera como nuevo párroco de San José Obrero, e instituyó el ministerio del acolitado al seminarista Cayetano Lencina.
El nuevo párroco hizo su profesión de fe, juramento de fidelidad al obispo, y renovó sus promesas sacerdotales al cumplir 22 años de su ordenación. Luego, el obispo le entregó el libro de la palabra de Dios.
La ceremonia de institución del acolitado consistió en la entrega del pan y el vino al joven candidato Cayetano Lencina, como símbolo de su nueva facultad para colaborar con el servicio del altar y dar la comunión cuando sea necesario.
En su homilía, monseñor Urbanc agradeció al nuevo acólito, a su familia y a la comunidad por acompañarlo en su preparación, y se refirió también a la celebración de la asunción del presbítero Cabrera como párroco de San José Obrero, y de su aniversario como sacerdote.
Al celebrarse la primera fiesta de Santa María Magdalena, el prelado expresó su deseo de que el padre Cabrera pueda, como ella, comprometerse en el testimonio de Cristo resucitado. Además, le pidió al nuevo párroco que entregue lo mejor de su vida en la comunidad que ha sido puesta en sus manos por Dios, y solicitó a los presentes que recen por su fidelidad, alegría y generosidad al trabajar por el reino de Dios en la comunidad.
“Padre Juan Ramón, deposito con mucha confianza esta jurisdicción en tu corazón de padre y pastor que le puedas hacer descubrir a todos el rostro misericordioso de Jesús. Que puedas trabajar mucho por las vocaciones, quiera Dios que surjan de esta parroquia muchas vocaciones religiosas, al sacerdocio y a la vida matrimonial”, manifestó el obispo, quien además pidió a la comunidad que tengan paciencia, ya que el padre Cabrera tiene muchas tareas a cargo.
Dirigiéndose al nuevo acólito, monseñor Urbanc expresó: “Cayetano, si hay algo que es importante en la vida del que ama es que sea fiel, es la esencia del amor”. Además, le expresó su confianza en la tarea que se le encomienda: “que seas alguien que va a ayudar a sus hermanos, a los monaguillos, a los que colaboran en el templo, a descubrir esta belleza del servicio al altar con mucha fidelidad”.
Lunes 25 Jul 2016
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