Primera semana de Adviento
José y María, padres de Jesús, vengo a pedir me enseñen cómo hacer vida mi oración: Ven, Jesús, no tardes.
De ti, madre del Hijo de Dios debo aprender hacer la voluntad divina del Padre, de ti, José, padre de Jesús, debo aprender a dejarme guiar del Espíritu Santo para hacer solamente lo que Dios quiere.
Que este tiempo de preparación para celebrar el nuevo nacimiento de Jesús entre nosotros lo sepa aprovechar como ustedes para dar todo el espacio necesario a mi Salvador. En mis pensamientos y sentimientos, en mis bienes y en mis deseos de superación, en mi familia y en mis amistades, enséñenme a vivir mi oración: ¡Ven, Señor!
Jesús, José y María, yo os ofrezco por posada el corazón y el alma mía.
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