La misión de San José
La reflexión que he pensado para este día, ha sido precisamente en ese sentido de la misión que realiza San José. Llama mucho la atención la forma en cómo la lleva a cabo: de una manera muy callada y sobre todo, da la impresión de que está perdido.
Esto me hizo recordar una frase que compartí con algunos amigos, padres de familia, en el mes de junio, cuando se celebra el día del padre, el tercer domingo de junio: “Lo que un padre le dice a su hijo, no lo oye el mundo, pero lo puede conocer la posteridad”(Juan Pablo Richter). Es decir, lo pueden conocer otros que vengan más adelante. ¡Y esto se cumple en San José!
Lo que San José le enseñó a Jesús, allá en el hogar de Nazaret: lo estamos conociendo, aún, hasta nuestros días, porque aún cuando Jesús es el Hijo de Dios y tiene todo el conocimiento que trae del Padre del Cielo debemos tener en cuenta que también San José y María cumplieron su misión de padres.
Fíjense bien, yo siempre traigo a la memoria el momento: cuando José y María se encaminan de regreso a buscar a Jesús (Lucas 2,41-50). Y encontrándolo le dicen: ¿Por qué has hecho esto? ¡No están enojados! pero están preguntando ¿Por qué? Fíjense bien en la preocupación.
¿Y por qué menciono este pasaje? padres y madres de familia: si José y María llaman la atención a Jesús ¿Por qué a veces ustedes no quieren llamársela a sus hijos? ¿Acaso los hijos seremos mejores que Jesús que no merecemos que nos llamen la atención? ¡Tengan cuidado en esto! El llamar la atención no quiere decir golpear. Llamar la atención no quiere decir: enojarse. Quiere decir que se preocupan por la educación de sus hijos.
Hijos, también se los digo a ustedes: cuando sus padres les llamen la atención no piensen que no los quieren.
Un sacerdote así le decía a su Obispo cuando lo recibió y le dio muy buena atención: “Ahora sí lo siento como un padre”. Y el Obispo respondió: “Pues estás equivocado, también siénteme como un padre cuando te llamo la atención”.
Papá no es sólo el que nos regala, nos da y nos trata bien. Papá también es el que nos corrige en los momentos en que por equivocación nos hemos comportado mal.
José trabajó en secreto. “Lo que el padre le dice a su hijo no lo oye el mundo…”. No oímos lo que José le dijo a Jesús, pero sí lo conocemos ahora. ¿Por qué? Por la forma en que vivió Jesús. La forma en cómo Él se entregó por todos nosotros y aquello que nos dice el libro de los Hechos de los Apóstoles respecto a Jesús de Nazaret: “pasó haciendo el bien” (Hechos 10, 38).
Monseñor Héctor Luis Morales Sánchez ,
Obispo Prelado de Huautla, Oaxaca.
11 de julio de 2009
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