1º de Mayo: Fiesta de San José Obrero y Día Mundial del Trabajo
1 de Mayo (Oficina de Prensa).- El día de hoy al celebrarse la fiesta de San José Obrero y Día Mundial del Trabajo, el Arzobispo Metropolitano de Piura y Tumbes, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., presidió a las 9:00 a.m. la Santa Misa en la Parroquia de San José Obrero. La Eucaristía fue concelebrada por Monseñor Pablo Alvarado, párroco y vicario foráneo de Piura, por los vicarios parroquiales R.P. Wilmer Córdova y R.P. Emilio Ruiz Malo y por el R.P. Fernando Romero, Vicerrector del Seminario Arquidiocesano de San Juan María Vianney. También asistieron a esta celebración los alumnos del Colegio Parroquial San José Obrero de Piura.
La Iglesia celebra a San José dos veces al año: el 19 de marzo en su misterio como casto esposo de la Virgen María, y el día de hoy 01 de mayo, como obrero. Esta fiesta fue instituida por S.S. Pío XII en 1955, para que “el humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias y sea para todos los obreros del mundo, especial protector ante Dios, y escudo para tutela y defensa en las penalidades y en los riesgos del trabajo".
Ante una gran concurrencia de fieles de la Parroquia, Mons. Eguren dijo que “San José, obrero nos ayuda a comprender que el trabajo es un medio privilegiado que ayuda a la persona humana a desplegarse como tal y por tanto contribuye a su realización. Asimismo y además de contribuir a la perfección de la persona, por medio del trabajo rectamente entendido y ejercido, el hombre perfecciona la creación de la cual es señor, y la ordena a su Creador”.
En otro momento de su homilía, Mons. Eguren pidió para que no falte a nadie un trabajo digno: “Que por la intercesión de San José, que conoció lo que era proveer con el trabajo de sus manos el sustento diario del hogar de Nazaret, el Señor mueva el corazón de los políticos, los empresarios y de los responsables del mundo laboral, para que en Piura y Tumbes, en el Perú y en el mundo entero haya trabajo decente para todo el que lo busca y necesita; y a través de él un sustento digno para los hogares…Recordemos que el trabajo es para el hombre y no el hombre para el trabajo, de ahí la necesidad que el trabajo sea digno, justamente remunerado y no tan absorbente que impida a los padres y a los hijos el diario encontrarse y compartir su vida de familia…Asimismo un trabajo bien hecho, laborioso y honesto, contribuye al bien común y por tanto a la justicia social. Finalmente pido que se respete el descanso dominical, para que en el Domingo, Día del Señor, los trabajadores en unión con sus familias, además del justo y merecido descanso y recreación, puedan hacer de la Eucaristía el centro del Domingo, ya que una familia que asiste junta a la Misa dominical, permanece unida en el amor del Señor”.
Antes de concluir la Santa Misa, el Arzobispo de Piura y Tumbes, brindó un sentido homenaje, a Monseñor Pablo Alvarado, por su fidelidad sacerdotal e hizo votos por su total recuperación, lo cual fue acompañado por cálidos y prolongados aplausos de los asistentes.
Asimismo Mons. Eguren recordó a los presentes que con esta fiesta comenzamos a vivir el mes de mayo, Mes de María, e invitó a todos a hacer de este mes una ocasión maravillosa para crecer en nuestra piedad filial a María, la esposa de San José y Virgen Madre del Señor Jesús, sobre todo por el rezo diario del Santo Rosario.
http://www.arzobispadodepiura.org/content/view/250/29/
1 de Mayo (Oficina de Prensa).- El día de hoy al celebrarse la fiesta de San José Obrero y Día Mundial del Trabajo, el Arzobispo Metropolitano de Piura y Tumbes, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., presidió a las 9:00 a.m. la Santa Misa en la Parroquia de San José Obrero. La Eucaristía fue concelebrada por Monseñor Pablo Alvarado, párroco y vicario foráneo de Piura, por los vicarios parroquiales R.P. Wilmer Córdova y R.P. Emilio Ruiz Malo y por el R.P. Fernando Romero, Vicerrector del Seminario Arquidiocesano de San Juan María Vianney. También asistieron a esta celebración los alumnos del Colegio Parroquial San José Obrero de Piura.
La Iglesia celebra a San José dos veces al año: el 19 de marzo en su misterio como casto esposo de la Virgen María, y el día de hoy 01 de mayo, como obrero. Esta fiesta fue instituida por S.S. Pío XII en 1955, para que “el humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias y sea para todos los obreros del mundo, especial protector ante Dios, y escudo para tutela y defensa en las penalidades y en los riesgos del trabajo".
Ante una gran concurrencia de fieles de la Parroquia, Mons. Eguren dijo que “San José, obrero nos ayuda a comprender que el trabajo es un medio privilegiado que ayuda a la persona humana a desplegarse como tal y por tanto contribuye a su realización. Asimismo y además de contribuir a la perfección de la persona, por medio del trabajo rectamente entendido y ejercido, el hombre perfecciona la creación de la cual es señor, y la ordena a su Creador”.
En otro momento de su homilía, Mons. Eguren pidió para que no falte a nadie un trabajo digno: “Que por la intercesión de San José, que conoció lo que era proveer con el trabajo de sus manos el sustento diario del hogar de Nazaret, el Señor mueva el corazón de los políticos, los empresarios y de los responsables del mundo laboral, para que en Piura y Tumbes, en el Perú y en el mundo entero haya trabajo decente para todo el que lo busca y necesita; y a través de él un sustento digno para los hogares…Recordemos que el trabajo es para el hombre y no el hombre para el trabajo, de ahí la necesidad que el trabajo sea digno, justamente remunerado y no tan absorbente que impida a los padres y a los hijos el diario encontrarse y compartir su vida de familia…Asimismo un trabajo bien hecho, laborioso y honesto, contribuye al bien común y por tanto a la justicia social. Finalmente pido que se respete el descanso dominical, para que en el Domingo, Día del Señor, los trabajadores en unión con sus familias, además del justo y merecido descanso y recreación, puedan hacer de la Eucaristía el centro del Domingo, ya que una familia que asiste junta a la Misa dominical, permanece unida en el amor del Señor”.
Antes de concluir la Santa Misa, el Arzobispo de Piura y Tumbes, brindó un sentido homenaje, a Monseñor Pablo Alvarado, por su fidelidad sacerdotal e hizo votos por su total recuperación, lo cual fue acompañado por cálidos y prolongados aplausos de los asistentes.
Asimismo Mons. Eguren recordó a los presentes que con esta fiesta comenzamos a vivir el mes de mayo, Mes de María, e invitó a todos a hacer de este mes una ocasión maravillosa para crecer en nuestra piedad filial a María, la esposa de San José y Virgen Madre del Señor Jesús, sobre todo por el rezo diario del Santo Rosario.
http://www.arzobispadodepiura.org/content/view/250/29/
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