Juan Pablo II será beatificado el día de San José Obrero
Estas son algunas de las palabras del Decreto de beatificación del papa Juan Pablo II de la Congregación para las Causas de los Santos.
El pontificado de Juan Pablo II fue un elocuente y claro signo, no sólo para los católicos, sino para la opinión pública mundial, para personas de todos los colores y credos. La reacción mundial a su estilo de vida, al desarrollo de misión apostólica, al modo como soportó su sufrimiento, la decisión de continuar su misión petrina hasta el final como querida por la divida Providencia, y finalmente, la reacción a su muerte, la popularidad de la aclamación “¡Santo, ya!”, que algunos hicieron el día de su funeral, todo ello es base sólida en la experiencia de haberse encontrado con la persona que era el Papa. Los fieles sintieron, experimentaron que era un “hombre de Dios”, que realmente ve los pasos concretos y los mecanismos del mundo contemporáneo “en Dios”, en la perspectiva de Dios, con los ojos de un místico que alza los ojos sólo a Dios. Fue claramente un hombre de oración: tanto es así que, sólo en la dinámica de unión personal con Dios, de la escucha permanente a los que Dios quiere decir en una situación concreta, fluía la entera actividad del papa Juan Pablo II.
En este decreto se señalan varios aspectos que caracterizaron al Papa Polaco tales como:
1) Su aporte en el Concilio Vaticano II siendo Arzobispo de Cracovia.
2) Su confianza en la Madre de Dios.
3) Su intento de evitar la guerra en Irak por medio de la paz como medio de “ataque”.
4) El Jubileo del año 2000: como una realidad histórica para recordar la venida de Jesús de Nazaret.
5) La atención a la Juventud y el significado de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
6) La sencillez de su oración.
7) Su testamento espiritual.
8) El tener a Dios como fundamento de todos sus esfuerzos.
9) El confiar el mundo a la divina misericordia.
Además de estas características que señala el Decreto de Beatificación, las diferentes familias y movimientos josefinos del mundo entero hemos encontrado también en Juan Pablo II un hombre decisivo en la presentación de la figura de San José para la época en que nos toca vivir. Por eso el día de hoy El Propagador de la Devoción al Señor San José se alegra por el acontecimiento eclesial de ver beatificada la figura de Juan Pablo II el próximo 1 de mayo de 2011, justamente el día de San José Obrero. Ese día el Papa Grande será presentado a la iglesia, con gran alegría, no como algo del pasado, sino como un modelo para nuestra generación y para los cristianos del mañana.
P. Óscar Alejandro Hernández Zavala, m. j.
Tomado de:
El Propagador de la devoción al señor San José, Año CXL, n. 3, Marzo 2011, p. 18.
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