viernes, 17 de marzo de 2017

Día 8 de la novena a San José 2017



¡No nos olvidemos de San José!

Día 8

El mundo de los migrantes

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

V. Envía, Señor tu Espíritu.
R. Y se renovará la faz de la tierra.

Canto a san José

2) Lectura: Mateo 2,13-23

13. Después de marchar los Magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo.» 14. José se levantó; aquella misma noche tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto, 15. permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por boca del profeta: Llamé de Egipto a mi hijo. 16. Herodes se enojó muchísimo cuando se dio cuenta que los Magos lo habían engañado, y fijándose en la fecha que ellos le habían dicho, ordenó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y sus alrededores. 17. Así se cumplió lo que había anunciado el profeta Jeremías: 18. En Ramá se oyeron gritos, grandes sollozos y lamentos: es Raquel que llora a sus hijos: éstos ya no están, y no quiere que la consuelen. 19. Después de la muerte de Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: 20. «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya han muerto los que querían matar al niño.» 21. José se levantó, tomó al niño y a su madre, y volvieron a la tierra de Israel. 22. Pero al enterarse de que Arquelao gobernaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Conforme a un aviso que recibió en sueños, se dirigió a la provincia de Galilea 23. y se fue a vivir a un pueblo llamado Nazaret. Así había de cumplirse lo que dijeron los profetas: Lo llamarán ''Nazoreo''.

3) Meditación

A pesar de que no es un fenómeno nuevo, la Sagrada Familia también lo vivió, la migración es uno de los signos de nuestros tiempos, especialmente en nuestro país, en donde la primacía la tienen los motivos económicos. Vivimos días particularmente difíciles, por la encrucijada puesta por el actual gobierno de los Estados Unidos. Casi todas las familias mexicanas tienen un amigo o familiar al otro lado de la frontera norte. Vale la pena recordar en este contexto lo que expresó el Papa Francisco en su visita a la frontera de México con Estados Unidos, en Ciudad Juárez:

No podemos negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas, ya sea por tren, por carretera e incluso a pie, atravesando cientos de kilómetros por montañas, desiertos, caminos inhóspitos. Esta tragedia humana que representa la migración forzada hoy en día es un fenómeno global. Esta crisis, que se puede medir en cifras, nosotros queremos medirla por nombres, por historias, por familias. Son hermanos y hermanas que salen expulsados por la pobreza y la violencia, por el narcotráfico y el crimen organizado. Frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres. No sólo sufren la pobreza, sino que además tienen que sufrir todas estas formas de violencia. Injusticia que se radicaliza en los jóvenes, ellos, «carne de cañón», son perseguidos y amenazados cuando tratan de salir de la espiral de violencia y del infierno de las drogas. ¡Y qué decir de tantas mujeres a quienes les han arrebatado injustamente la vida! Pidámosle a nuestro Dios el don de la conversión, el don de las lágrimas, pidámosle tener el corazón abierto, como los ninivitas, a su llamado en el rostro sufriente de tantos hombres y mujeres. ¡No más muerte ni explotación! Siempre hay tiempo de cambiar, siempre hay una salida, siempre hay una oportunidad, siempre hay tiempo de implorar la misericordia del Padre.

Como sucedió en tiempo de Jonás, hoy también apostamos por la conversión; hay signos que se vuelven luz en el camino y anuncio de salvación. Sé del trabajo de tantas organizaciones de la sociedad civil a favor de los derechos de los migrantes. Sé también del trabajo comprometido de tantas hermanas religiosas, de religiosos y sacerdotes, de laicos que se la juegan en el acompañamiento y en la defensa de la vida. Asisten en primera línea arriesgando muchas veces la propia vida suya. Con sus vidas son profetas de la misericordia, son el corazón comprensivo y los pies acompañantes de la Iglesia que abre sus brazos y sostiene.

4) Oración

Señor Jesús,
tu encarnación y tu nacimiento
se mueven en medio de la densa niebla de los problemas;
conoces, recién nacido,
lo que es una familia emigrante;
conoces lo que es tener que huir,
porque alguien atenta contra tu vida;
conoces la angustia de la noche,
porque eres perseguido;
conoces también la protección de unos brazos,
porque María y José te protegieron;
conoces los problemas de nuestras familias,
muchas de ellas emigrantes también,
que debieron dejar sus propias tierras y lo poco que tenían;
unas, porque, como la tuya, están amenazadas,
otras, porque la necesidad las obliga;
concede a nuestras familias:
serenidad en los problemas,
amor en sus dificultades
y esperanza en sus oscuridades.
Amén

5) Acción

Comentamos qué historias conocemos de amigos o familiares que han cruzado la frontera, qué dificultades han tenido, qué podemos hacer por ellos. Buscamos instancias sociales y eclesiales a través de las cuales apoyar solidariamente a los migrantes: dónde entregar, por ejemplo, mochilas con un par de cambios de ropa interior, comida en lata, toallas húmedas. José, custodio del redentor y de su madre.

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