viernes, 10 de marzo de 2017

Día 1 novena a San José 2017


¡No nos olvidemos de San José!

Novenario 2017

Día 1

La familia necesita de un padre

1) Inicio

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

V. Envía Señor tu Espíritu.
R. Y se renovará la faz de la tierra.

Canto a San José

2 Lectura: Lucas 2, 41-52

3) Meditación

La familia es una realidad que está en transformación. Hay grupos en la sociedad que reclaman nuevos modelos de familia. Además, el núcleo familiar ha sido invadido y, en consecuencia, modificado, por la presencia del celular y de las redes sociales y el internet. Por momentos pareciera que la familia está perdida.

Al menos en esta situación, pareciera que a la familia se le pierde Dios. También José y María perdieron de vista a un día a Jesús, y cuando se dieron cuenta, se pusieron inmediatamente a buscarlo. Recordemos las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en Tuxtla Gutiérrez, en el Encuentro de las Familias en nuestro país:

“Hoy en día vemos y vivimos por distintos frentes cómo la familia está siendo debilitada, cómo está siendo cuestionada. Cómo se cree que es un modelo que ya pasó y que ya no tiene espacio en nuestra sociedad y que bajo la pretensión de modernidad, propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento. Y se van inoculando en nuestras sociedades, se dicen sociedades libres, democráticas, soberanas, se van inoculando colonizaciones ideologías que las destruyen y terminamos siendo colonias de ideologías destructoras de la familia, del núcleo de la familia que es la base de toda sana sociedad.

Es cierto, vivir en familia no siempre es fácil, muchas veces es doloroso y fatigoso, pero creo que se puede aplicar a la familia lo que más de una vez he referido a la Iglesia: prefiero una familia herida, que intenta todos los días conjugar el amor, que a una familia y sociedad enferma por el encierro o la la comodidad del miedo a amar. Prefiero una familia que una y otra vez intenta volver a empezar, que a una familia y sociedad narcisista obsesionada por el lujo y confort. ¿Cuántos chicos tenés? No, no tenemos, porque, ¡Claro!, nos gusta salir de vacaciones, ir al turismo, quiero comprarme una quinta, el lujo y el confort, y los hijos quedan, y cuando quisiste tener uno, ya se te pasó la hora. ¡Qué daño que hace eso! Prefiero una familia con rostro cansado por la entrega, que a una familia con rostros maquillados, que no han sabido tener ternura y compasión.

Y no nos olvidemos de San José, calladito , trabajador, pero siempre al frente, siempre cuidando la familia”.

4) Oración

María, José, Jesús
ustedes vivieron las mismas agitaciones de cualquier familia,
tenían buenos y malos momentos,
alegrías y dificultades, prisas y risas;
queremos poner en sus manos a la gran familia humana, que llora de dolor, que alumbra nuevas cosas,
aunque no todas sirven para que vivíamos mejor
ni seamos más personas.

Ponemos en tus manos, María
a todos nuestros hijos,
a los hijos de esta sociedad nuestra,
a los que les damos muchas cosas,
sintiéndonos culpables de que no tenemos para ellos tiempo,
ese espacio que sabemos necesitan
y que la vida que tenemos montada nos lo roba.

Sugiérenos la mejor forma de ser padres,
de darles cariño y seguridad
en el escaso tiempo que nos encontramos con ellos.
Ponemos en tus manos, José,
todas las dificultades de la vida de pareja.

Tú que no lo tuviste nada fácil
y que nos admiras con tu paciencia,
ayúdanos a cuidar nuestra relación,
a superar las crisis, a poder con las dudas.

Échanos una mano
para mantener vivo el entusiasmo,
para que seamos un apoyo el uno para el otro
y para que juntos nos ayudemos a cumplirlos,
como tú lo hiciste con María y Jesús.

Ponemos en tus manos, Jesús,
a todos los jóvenes,
que lo tienen difícil, a los que la vida
les hace todo tipo de ofertas fáciles,
para caminar por atajos de libertades opresoras,
de amores facilones,
de eternos deseos y caprichos,
de placeres vacíos…

Ayúdanos a presentarles el amor verdadero,
la ilusión por transformar el mundo,
el dolor de la injusticia,
la preferencia por los pobres,
el valor de lo pequeño.

Invítalos Tú a la vida en abundancia;
Recuérdales tu proyecto vital
Y dales sueños de libertad y de fraternidad.

Ponemos en tus manos, Padre,
Nuestros corazones raquíticos,
Que tanto se aferran a su pequeña familia.

Danos un corazón universal,
que nos sintamos hermanos de todas las personas
y no descansemos hasta que hayamos construido
la gran familia humana,
esa que es tu sueño para nosotros,
y nuestro sueño y compromiso hoy contigo.

Solos no podemos lograrlo, pero contigo
a nuestro corazón se le abren todas las puertas.

Gracias, Señor, por hacernos sentir que somos de tu familia.
Amén

5. Acción: Como familia haremos un pacto: olvidarnos del celular mientras comemos y platicar de nosotros mismos.

Tomado de: El Propagador de la devoción al señor San José, Año 146, n. 3, Marzo 2017, pp. 2-4.

Ilustración: Ricardo González Copado
Título: José la llevó consigo

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