jueves, 10 de octubre de 2013

La Sagrada Familia y el diálogo con una alma (Desideria)



9.  El combate contra los enemigos de la virtud

     1. Llegada y acogida en la Santa Casa (Preparación para la oración).

+ En el nombre del Padre…
Alabada se la Sagrada Familia de Jesús, María y José.

“Alejate de la madad y haz lo bueno, y tendrás siempre un lugar donde habitar”.
(Salmo 37. 27)

Fijar la atención y el corazón en este texto bíblico, para sentir y “ver” la  presencia del Señor junto a María y a José en la Casa de Nazaret. Puede ayudar también alguna imagen de la Sagrada Familia.

2. Diálogo de la Santa Casa

Desideria: Se me hacía larga su ausencia y ansiaba su presencia, amados míos. La idea que llevo hoy es pedirles instrucciones para continuar perseverante y firme en los propósitos de fidelidad y saber rechazar los obstáculos que contra ellos se presentan.

Jesús: Un alma buena y generosa nunca debe acobardarse; le basta con ser humilde, que haga de su parte lo que debe, con la viva fe y confianza de que la miro y estoy de su parte, y de seguro que no le faltarán luces y fuerzas suficientes para burlar y vencer a los enemigos del camino hacia la perfección en todo combate. Por tanto, no te espante las luchas en este camino al cual has sido llamada.

No debe impresionarte lo que dirá el mundo, ni seducirte sus vanidades, falsos atractivos y momentáneas delicias. Tampoco deben espantarte las engaños del enemigo para hacer caer en la tentación, pues sólo lo escuchan quienes a él se acercan. Y el cuerpo debe dársele lo necesario de comida, bebida y descanso, pero jamás se le debe permitir más de los justo, según la santa ley de Dios y conforme al propio estado.

María: Tómate también este otro consejo, Desideria: en cuanto la caridad y la prudencia permitan, procura evitar la compañía de personas indiferentes y poco habituadas a las cosas de virtud y piedad. No sigas sus gracias y libertades, porque te seducirían, serías cómplices de sus males y disgustarías a Dios.

José: No disgusta menos a Dios la falta de aquellos que no se entregan resueltamente y del todo a la práctica de la virtud y perfección, porque ven reducirse el número de los que lo siguen. Lo que importa, Desideria, es que cada uno cumpla por su parte lo que ha de hacer por vocación, haciendo de buen grado la voluntad del Señor, agradeciendo sus dones especiales. El que no sean muchos los que se dan de veras a la vida devota y perfecta, antes debe dar aliento que causar desmayo, ya que esta gracia es un don particular de Dios, que no se concede a todos indistintamente.

3. Oración personal

Se trata de entrar en la oración personal en el diálogo sobre lo que se ha meditado: dando gracias, intercediendo, alabando, pidiendo perdón o ayuda... para llevar a término lo que Dios quiere de nosotros.

4. Despedida

Desideria: En resumen, de lo que acabo de oír entiendo que, para aspirar a la perfección, es preciso estar siempre atenta y no dejar de combatir con coraje a todo aquello que me invita a alejarme con engaño o a quitar fuerza al espíritu.

Así estoy firmemente resuelta a hacerlo, amados míos, y por ello les pido su bendición. Amén.



San José Manyanet
La Escuela de Nazaret, Visita 13.


Tomado de:

http://www.lasagradafamilia.net/

NB. Texto adaptado con giros lingüísticos latinoamericanos.

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